Santa Rita llega a mi vida cuando llegó a Punta Brava, través de esa gran persona el Padre Antonio María Hernández.
Yo y el Padre Antonio hicimos muy buenas "migas" y ¿quién no?. Él fue el que trajo esa sagrada imagen a mi barrio, y desde siempre y hasta ahora ha sido mi guía. Me guió cuando saqué el carnet de conducir: "No se como entré al circuito y no se como salí, pero yo aprobé". Lo mismo me sucedió cuando hice el servicio militar: Nos obligaban a hacer cursos, y a me mi me tocó hacer el curso de cabo, nos daban un libro que la gran mayoría no se aprendía, y yo tan solo con ojearlo saqué muy buenas notas, no me pregunten cómo.
En mi frente llevo una pequeña marca (una verruga). Muchos médicos me han aconsejado que me la quite y yo les digo que no molesta a nadie, para mi, esa verruga es el recuerdo de la estigmatización de Santa Rita. La señal de mi devoción.
Continuara ... ·"El Padre Pío y Francisco Pío"
